jueves, 31 de julio de 2008

Fuentes de la resiliencia




Fuentes de la resiliencia.

Para lograr que un niño sea resiliente es necesario que se cuente con algunas características que surgen de distintas fuentes. Como fuentes de la resiliencia se entenderán “el (los) lugar(es)” donde radican las características de los niños que son resilientes. Conocer estas fuentes es muy importante, ya que indican dónde hay que trabajar para lograr que surja esta característica en las personas.

Kotliarenco, Cáceres, Álvarez (1996) plantean que existirían cuatro fuentes de resiliencia en los niños; cada una de estás, involucra a cierto número de características. Para que un niño sea resiliente no es necesario que cuente con todas las características que se mencionarán, pero sí es necesario que se presente más de una para lograr esta cualidad en los niños.
Las cuatro fuentes de resiliencia se proponen en relación al niño; es decir, con lo que el niño es (yo soy) o fuerzas internas personales; con lo que el niño está dispuesto a hacer (yo estoy).



Primera fuente: “Yo tengo”. Se encuentran clasificados los siguientes factores:

· Relaciones confiables.
· Acceso a la salud, educación, servicios sociales, etc.
· Soporte emocional fuera de la familia.
· Un hogar estructurado y con reglas.
· Padres que fomentan la autonomía.
· Ambiente escolar estable.
· Ambiente familiar estable.
· Organizaciones religiosas o morales a su disposición.
· Personas que lo van a ayudar ante cualquier circunstancia.


Segunda fuente: “Yo soy”. Se encuentran las siguientes características:

· Alguien a quien los otros aprecian y quieren.
· Alguien al que le gusta ayudar y demostrar su afecto.
· Respetuoso.
· Autónomo.
· Buen temperamento.
· Orientado al logro.
· Buena autoestima.
· Esperanza y fe en el futuro.
· Creyente en Dios o en principios morales.
· Empatía.
· Altruismo.
· Locus de control interno.



Tercera fuente: “Yo puedo”. Se encuentran los siguientes factores:

· Ser creativo.
· Ser persistente.
· Tener buen humor.
· Comunicarme adecuadamente.
· Resolver problemas de manera afectiva.
· Controlar los impulsos.
· Buscar relaciones confiables.
· Hablar cuando sea apropiado.
· Encontrar a alguien que lo ayude.

Cuarta fuente: “Yo estoy”. Se encuentran las siguientes características:

· Dispuesto a responsabilizarse de sus actos.
· Seguro que todo va a salir bien.

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