TIPS RESILIENTES
1.- Establecer vínculos con otras personas:
Es importante tener una buena relación con familiares cercanos, amigos y otras personas. Aceptar la ayuda y apoyo de aquellas personas que se preocupan por ti y que están dispuestas a escucharte fortalece la resiliencia. Para algunos personas, ser miembros activos de grupos cívicos, organizaciones religiosas o cualquier otro grupo local brinda apoyo social y puede ayudar a recuperar la esperanza. Ayudar a otras personas cuando atraviesan momentos difíciles también puede beneficiar a quien brinda la ayuda...
2.- No considerar que la crisis es un problema.
No puedes cambiar el hecho de que ocurran situaciones altamente estresantes; pero sí puedes cambiar la forma en que interpretas estas situaciones y cómo respondes ante ellas. Trata de ver más allá del presente cómo las circunstancias pueden ser un poco mejor en el futuro. Observa las formas, aunque sean leves, con las que ya te sientas un poco mejor a medida que atraviesas situaciones difíciles.
3.- Aceptar que el cambio forma parte de la vida.
Es posible que, por situaciones adversas, ya no se pueden alcanzar algunas metas. Aceptar las circunstancias que no se pueden cambiar, puede ayudarte centrarte en las circunstancias que sí puedes modificar. La aceptación genera un cambio, una respuesta positiva de la conducta y la actitud psicológica. El cambio genera una orientación en la vida, tu norte.
4.- Avanzar hacia las metas.
Traza metas posibles. Haz algo de forma regular, aún sí parece un logro pequeño, que te permita avanzar hacia tus metas. En lugar de centrarte en tareas que parecen imposibles de realizar, pregúntate: "¿Qué cosa sé que puedo lograr hoy y que me ayude a avanzar en la dirección en la que quiero ir?"
5.- Actuar con decisión.
Enfrenta las situaciones adversas tanto como sea posible. Actúa con determinación en lugar de distanciarte completamente de los problemas y el estrés, y desear que simplemente desaparezcan.
Muchas veces, las personas aprenden algo nuevo de sí mismas y se dan cuenta de que han crecido en algún sentido, como consecuencia de su lucha ante las pérdidas con las que enfrentan la vida. Muchas personas que han sufrido tragedias y situaciones adversas han afirmado que tienen mejores relaciones, mayor sentido de fortaleza personal, incluso cuando se sienten vulnerables, una autoestima más alta, espiritualidad más desarrollada y aprecio más intenso por la vida.
7.- Cultivar la confianza en tu capacidad para resolver problemas y confiar en tus instintos te ayudan a desarrollar la resiliencia.
8.- Poner las cosas en perspectiva.
Aun cuando afrontas situaciones muy dolorosas, trata de ver la situación estresante en un contexto más amplio y mantén una perspectiva a largo plazo. Evita exagerar la situación.
9.- Mantener un actitud positiva.
Una actitud positiva te permite esperar que pasen cosas buenas en tu vida. Trata de visualizar lo que quieres, en lugar de preocuparte por lo que temes. Atraes lo que piensas. Ley de atracción.
10.- Cuidarse.
Presta atención a tus propias necesidades y sentimientos. Realiza actividades que disfrutes y que te relajen. Haz ejercicio físico de forma regular. Cuidarte te ayuda a mantener tu mente y cuerpo en excelentes condiciones para atravesar situaciones que requieren tu capacidad de recuperación.
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