jueves, 31 de julio de 2008

Afectos



Vínculo afectivo.

El factor protector más relevante para el desarrollo de las personas corresponde al vínculo afectivo con una persona significativa para el niño, ya sea su madre u otro adulto con el cual pueda relacionarse de manera cálida y estable. El amparo que proporciona un vínculo estable permite que el niño afronte sus crisis inesperadas e imprevisibles.

Al establecer un vínculo estrecho con su madre u otro adulto, el niño adquiere la confianza básica, fe y constancia objetal. Esta última, le permite al niño alejarse de su madre con tristeza; pero, sin un vacío interno.
A medida que el niño va creciendo, esta capacidad le permite mantener relaciones estables con personas hacia las que tiene sentimientos encontrados o ambivalentes.
En la adultez, es capaz de aceptar a otros tanto con sus aspectos negativos como con sus aspectos positivos, sin que tener que idealizarlo y luego, desvalorizarlo. Esa imagen interna, representa un recurso esencial que podrá disponer en situaciones adversas, aún cuando su madre este muerta.

Al no tener un vínculo afectivo estable y seguro, el niño (a) puede desintegrarse y rigidizarse, causando en el niño (a) una dificultad para expresarse en caso en que se presente una situación semejante. Estas defensas limitan la creatividad para enfrentar situaciones, no se expone a riesgos limitando sus posibilidades de aprendizaje cognitivo, socioafectivo y motriz.

La negligencia emocional y el abuso emocional intenso y prolongado pueden hacer muy vulnerable al niño (a), volviéndose hiperalerta a las reacciones emocionales a los demás y poco empático, como una posible reacción.

El niño (a) que vive en la pobreza se encuentra más propenso al impacto negativo por una dinámica familiar inadecuada. En muchas oportunidades asumen roles de adultos sin establecer un vínculo seguro con alguna persona adulta; o bien, su padre es un ente periférico que actúa violentamente con su familia, incluido el niño.

Así mismo, el hecho de que los padres no puedan proveer de lo necesario a sus hijos, genera en ellos un sentimiento de culpa.

De esta manera, el autoestima de los padres también puede verse alterada por lo que es importante no sólo reforzar conductas resilientes en niños (as), sino intervenir a nivel familiar ya que un vínculo afectivo profundo se basa en una autoestima positiva, humor, creatividad, sentido de pertenencia, redes sociales y el sentido de trascendencia de la propia vida.



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